Integrados o invisibles

Esta figura me resulta inquietante ¿Es transparente o invisible? ¿Hay diferencia entre transparencia e invisibilidad? ¿Por qué mantiene visibles algunas partes? ¿Adónde se dirige este adulto barbudo? ¿Sería lo mismo si fuera una mujer la retratada, un anciano, un obrero, un niño? ¿Qué lleva en la maleta? Y así podría estar un buen rato. Será por eso que necesito escribir un blog, porque soy un autopreguntón y necesito responderme, ante todo, a mi mismo.

Algunos dicen que la clave del arte es provocar la reacción, ante todo emocional, del observante. Por eso el arte es  vida y la vida arte, porque la vida es hacerse preguntas y responderlas pero, sobre todo, hacerlas porque hay muchas preguntas sin respuesta que no deben dejar de ser hechas.

Me gusta la escultura de este caminante que viene del faro, transparente que no invisble, cargado de experiencias y proyectos, decidido, yendo con seguridad a su objetivo, negándose a desaparecer en lo existente pero aceptando que forma parte de lo que lo rodea. Ser y no ser al mismo tiempo, integrado y proyectante.

Cuando el ser humano deja de ser esto que aquí se representa deja de ser el mismo. Si acaba siendo invisible, como tant@s asumen o son obligados a asumir, en el ser humano desaparece con su visibilidad lo que le hace digno. Si, por el contrario, se niega a transparentarse parcialmente, a fundirse con lo que lo rodea, todo su empeño acaba siendo vano porque si no se mezcla con la materia que le rodea, si no la toca, si permanece impasible en su torre de marfil, en su exclusiva autoconciencia, acaba por no dejar más huella que su propia materialidad que no para de descomponerse (no en vano esa es una de las leyes físicas: todo sistema cerrado tiende a la entropía).

Así pués, transparentes sí, invislbles no, parcialmente transparentes, parcialmente visibles, a medio camino siempre, sólo cambiamos lo que nos rodea si esa misma realidad nos cambia, esa es nuestra esencia, nunca se acaba el proyecto y por eso vivir es tremendamente interesante, quizá lo exprese mejor la vieja sabiduría china que entiende que es un maldición alcanzar lo que te propones, será que es una maldición quedarse sin proyectos, creer que se ha llegado.


Comentarios

  1. Estaba esta tarde preparando una sesión sobre "la visita a domicilio al que no tiene domicilio" y te has cruzado en un descanso con tu blog y la foto..y me ha llevado a contrastarla con el Ts y la visión del artista, (mi hermano tiene Bellas Artes),me hablaba de la inverosimilitud de agarrarse en el aire, y pensaba...como nos posicionamos los profesionales con la gente de la calle, la inverosimilitud de ver posibilidades de trabajo, me decia...¿ves dónde se agarra? y contestaba yo desde el trabajo social, si, en su maleta, en su historia de vida para mantenerse, su punto de apoyo, continuaba diciéndome"ese apoyo en la escultura no parece posible" continuaba yo desde el Trabajo Social, eso es, lo que percibimos los profesionales, no vemos su vida, solo la calle, me seguía diciendo "pero dentro va una viga que lo sostiene todo" y que los profesionales tendremos que saber ver, para poder trabajar...RGT

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  2. Gracias por tu comentario. Viste lo que yo no ví. Tienes razón, tenemos que encontrar esa viga que nos sujeta por dentro.

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