Los regalos inesperados de las lecturas poco evidentes

No me cansaré de repetir que los aprendizajes más interesantes, los momentos "ayvá" como les he comenzado a llamar (seré que mi niñez se produjo en medio de anuncios de Donuts), se producen en los lugares más inesperados. Las sorpresas son, sin duda, uno de los mejores acontecimientos que se pueden producir en tu vida (salvo que sea la sorpresa del coche que te va a arrollar, lo que en este caso no tiene ni pizca de gracia). Ya he comentado en alguna ocasión que participo en una tertulia literaria. Nos solemos centrar en la lectura de un libro propuesto por uno de los miembros del grupo, pero dedicamos un espacio a comentar lo que cada uno ha leído en las últimas semanas. Me gusta este espacio porque no hablamos nada ni de Servicios Sociales, ni de Política Social, ni de nada que se le parezca, lo cual es un ejercicio de salud mental imprescindible. Bueno. Una de mis contertulias se había leído un curioso libro titulado La música como pensamiento. El público y la m...