Carta a una amiga

Querida Mariví: Te escribo sabiendo que el género epistolar está de capa caída y sabiendo, igualmente, que este escrito está destinado más a ser publicado en un blog que a ser metido en un sobre con un sello en su parte delantera. Siento añoranza por esos tiempos en los que la amistad obligaba a demorarse sobre el papel y pensar un rato en los que apreciabas. Leyendo un libro de una historiadora americana, Lynn Hunt, descubrí que los derechos humanos tenían uno de sus antecedentes causales en el género epistolar. En una carta hay necesariamente un yo y un tú. Sólo el descubrimiento del otro pone en evidencia la fraternidad que nos une en los más profundo. Te escribo porque contigo me ha pasado una de esas extrañas cosas que sólo pasan de vez en cuando, que trabajando en un proyecto social o político, especialmente esto último, llegas a sentir la amistad por debajo o por encima del proyecto. Espero que otros amig@s, si leen estas líneas, no se sientan celosos porque la cosa no ...