Un año de Espacio de Servicios Sociales.

Ahora hace justo un año que comencé a lanzar mensajes en una botella desde este blog. Con ese motivo esos escritos que han salido de viaje han venido de vuelta para celebrar conmigo el cumpleaños de Espacio de Servicios Sociales.

Han venido los 78 y reunidos en la pantalla del ordenador me han contado cómo les ha ido. Cuando comencé a escribirlos era consciente de que una vez pulsada la tecla intro iban a cobrar vida propia y así ha sido. Ahora comienzan alborotadamente a contar su experiencia.

Me hablan de muchas gentes, tantas que no se pueden contar por más que se utilicen herramientas informáticas porque lo que cuenta en realidad no son los números frios sino las emociones y razones.

Me cuentan que han estado en muchos sitios, que han hablado en castellano con tantos acentos y en tantas latitudes que se marean de pensarlo, que se han arrullado en portugués o en gallego, que se han sentido queridas en catalá y en italiano, en euskera o en inglés.... Apresuradamente se quitan la palabra para explicar que han recorrido tanto y que en muchos, muchos, sitios se han sentido muy a gustito; vamos que querían quedarse para siempre. Me dicen que algo de ellas, de hecho, se ha quedado en muchas casas y me traen recuerdos de todas esas casi  700 que han visitado a lo largo del año.

Cuando comienzan a contar su historia se quitan la palabra unas a otras sorprendidas de que muchas han visitado los mismos lugares. De todos esos sitios me traen canciones de lucha y esperanza, me traen amargura y decepciones, me traen ganas de vivir y de construir, me traen ganas de leer y de pensar. Me traen miedo y sobre todo esperanzas. Me traen en general la decisión de no rendirse y eso me recomforta Me traen tantas cosas... Están llenas de gratitud, y me piden que escriba una carta a todas esas personas que les han dejado entrar en casa y en eso estoy.

Debéis saber que tanto ellas como yo estamos encantados de haberos conocido. Impresionados por la experiencia. Acompañados desde la lejanía.

Ha sido un año complicado para los servicios sociales y el futuro se adivina más que incierto. Hay señales para la esperanza que vienen siempre de las mejores personas. Haremos el camino juntos en un  mismo trazado buscando espacios para el bienestar social, para los servicios sociales, para la reflexión, la lectura, el encuentro, para las personas al fin y al cabo.

Gracias a todas y a todos por leer estos párrafos y por estar ahí.

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