Yo, precario. De Javier López Menacho

Yo, precario. Un título y una autodefinición. Un libro autobiográfico y una llamada de atención respecto a la vida que llevan los que pertenecen a lo que en la prensa se ha venido a llamar "la generación perdida".

Javier López Menacho (blog aquí) acaba de publicar en el interesante sello editorial Los Libros del Lince (página web aquí) un libro que resulta difícil de clasificar. Entre el reportaje periodísitco y el relato experiencial. Entre la novela y la ficción, géneros cada vez más mezclados en las librerías y en la vida.
Y es que, si lo piensas bien, los límites de la realidad conocida, como señala Bauman, se hacen cada vez más líquidos, menos sólidos. Los géneros literarios comienzan a carecer de sentido, las novelas policíacas se llenan más de conciencia ética que de misterio, las novelas se "ensayizan" y los ensayos se literaturizan. Los límites entre la vida privada y la social, entre la vida laboral y la personal cada vez se diluyen más. Por eso no es extraño que el libro de Javier navegue en varios océanos a la vez y consiga atrapar el interés en todos ellos.

El libro me lo recomendó, nuevamente, mi librero de cabecera: Paco Goyanes, de Cálamo (web aquí), al que suelo hacer caso en sus sugerencias porque suele acertar de lleno y esta vez no ha sido menos. (así que vaya aquí, de nuevo el reconocimiento público)

Yo, precario relata la experiencia del propio autor, pero es una experiencia que cobra universalidad al resultar un icono paradigmático de la experiencia de los jóvenes españoles actuales. Los mileuristas de ayer transmutados en precarios absolutos. La actual situación socioeconómica de nuestro país cierra las puertas a ninguna oportunidad digna a la generación que hemos venido a reconocer como la mejor preparada de nuestera historia. Javier demuestra con sus líneas que esto es así, el nivel de preparación y la ausencia de perspectivas de futuro.

Stiglitz en El Precio de la Desigualdad señala que el sueño americano de la meritocracia lleva años haciendo aguas, que no es cierto que exista una sociedad en la que el que haga méritos tiene asegurado el éxito. En España no sólo no tiene oportunidades el que se esfuerza sino que, además, estamos desmontando las mínimas estructuras de protección construidas a lo largo de treinta años.

La experiencia de los jóvenes españoles, vista desde el teclado de Javier López, sirve para explicar algunas
de las claves de la actual desconexión de la generación más joven con el pacto constitucional, su exigencia de una democracia verdadera.

El libro expresa, con una lúcida claridad, una experiencia que no te deja indiferente.

A lo largo de su lectura no he podido dejar de pensar en un clásico del periodismo de investigación, Cabeza de Turco de Günter Wallraff (wikipedia libro aquí) publicado a mitad de los años 80 en medio de otra larga temporada de precariedad en el empleo y la vida de los jóvenes (menos profunda todo hay que decirlo) pero con importantes semejanzas con el periodo actual. En Cabeza de Turco Wallraff decide vivir como lo haría un recién llegado de Turquía, lo hace durante unos meses en los que pasa por todo tipo de empleos precarios, es duramente explotado, ninguneado y relegado. Pero no solamente busca empleos, interactua con diferentes ámbitos sociales para registrar sus reacciones. De su experiencia surgió un magnífico libro que generó un profundo debate social y político en aquellos años.

Por lo que sea, no me he detenido demasiado a pensarlo, tengo la sensación de que Yo, Precario  participa de este género ensayístico o periodístico. La inmensa diferencia es que Javier López no tiene que hacerse pasar por nadie, ni por nada, le basta con ser él mismo para narrar una experiencia que debe interrogarnos sobre la sociedad que estamos construyendo.


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