El municipio como comunidad socio-política. Reforma de la Administración Local (III)

Si algo ha caracterizado a los municipios desde su origen es que su función es ocuparse de los asuntos comunes de los habitantes de un determinado territorio. Un espacio físico que se caracteriza por la continuidad y la limitacion territorial.

Los que están próximos en un determinado enclave geográfico siempre han entiendido que tienen intereses comunes y asuntos que les afectan a todos. En realidad entienden que forman una comunidad de intereses. Entienden que tienen que organizarse para abordarlos, que tienen un interés común, colectivo.

El propio término municipio proviene del antecedente romano que entendía por municipium aquellas ciudades llibres e independientes que se regían por sus propias leyes. Tras el largo periodo medieval los primeros espacios de libertad con respecto a los señores feudales se produce a través de concesiones reales para crear asentamientos libres en el territorio: burgos y villas con sus fueros y leyes propias, con derecho a ocuparse de sus propios asuntos. Es en los municipios en los que surgen las primeras formas de libertad. Es en las ciudades, como su propia nombre indica donde surgen las primeras manifestaciones de la ciudadanía. Es en los municipios en los que surgen las primeras formas de acción social. Es para la ciudad de Brujas para la que Juan Luis Vives escribe su Tratado del socorro de los pobres que se considera la primera obra que propone una organización pública de acción social.

Digo todo esto, que imagino que será matizable (en mi descargo decir que le dedico exclusivamente tres párrafos y que el espacio da para pocos matices), porque es precisamente esta característica básica de los municipios la que pone en cuestión la Reforma de Ley de la Administración Local.

Para mí esta es probablemente la crítica fundamental de la Reforma. Si se aplica, impide, de todo punto de vista, que las corporaciones municipales puedan hacerse cargo de los asuntos que son comunes a los habitantes de sus municipios. Se les hurta toda competencia en los asuntos que crean comunidad, los que llevan a ocuparse de los problemas de los conciudadanos. No estoy hablando sólo de los asuntos relativos al Sistema de Servicios Sociales. Se pone en cuestión que tengan capacidad de ocuparse de muchos otros asuntos que hasta ahora, en realidad desde siempre, les han sido propios. Quedan exclusivamente como competentes de aquellos asuntos mínimos que harán que los Ayuntamientos se asemejen cada vez más a una especie de administrador de fincas, alguien que se ocupa de lo que inevitablemente es común, pero ajeno a cualquier interés humano, social.

Algunos podrán pensar que esto es lo normal. Que los Ayuntamientos no tienen capacidad de ocuparse de los problemas realmente importantes para las personas, que no tienen capacidad. Este punto de vista tiene que ver, probablemente, con esa forma de pensar que cree que un poder centralizado es capaz de organizar mejor los asuntos de la ciudadanía. Probablemente tenga que ver con el hecho de que nuestro estado copia muchas de sus formas del teóricamente muy centralista Estado francés (que será mucho más descentalizado en estos aspectos cuando se aplique esta reforma)

Los municipios españoles tienen, es mi punto de vista, un importante problema: suelen ser demasiado pequeños y necesitan agruparse (de la forma que se considere más pertinente, creo que aquí si hay un debate muy importante) para poder ofrecer bien los servicios a sus ciudadanos. Pero es no es el problema de los municipios sino de algunos municipios españoles. 

Los países más avanzados en su modelo social, los más cohesionados, que son los países nórdicos, tienen una descentralización de sus servicios del Bienestar Social hacia sus municipios mucho mayor de la que hayamos tenido nunca en España. Por ejemplo en Finlandia, el mejor país occidentale en el informa PISA, los Ayuntamientos son los competentes para la enseñanza obligatoria, los enseñantes son contratados por cada escuela y estas son de dependencia municipal. Los finlandeses consideran que esta forma de gestionar es una de las claves de su éxito porque les permite adaptarse a los problemas de la proximidad.

El gran problema de esta reforma la Administración Local es que hurta a los municipios, en realidad a todos los ciudadanos, la capacidad de crear una comunidad sociopolítica que se ocupe y atienda los problemas de la proximidad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La izquierda necesaria. De Josep Ramoneda

Nómadas

Discurso y relato