A los habitantes del nuevo bosque de Sherwood. Comienza la venta de El síndrome Katrina.

La sensación que predomina en mí a pocos días de presentar El síndrome Katrina es la de estar al final de un largo viaje. Por el camino he visitado muchas estaciones distintas. El viaje ha sido largo. He tenido magnífic@s compañer@s de viaje. Lo he pasado bien.

Pero la sensación es extraña. Sabes que el viaje acaba pero sólo para recomenzar inmediatamente, esta vez de una forma definitva. Llegará a pocos o a muchos lugares, eso ya no depende de mí, pero el libro que nace cobrará vida propia, una vida que le daréis cada un@ de sus lectores.

Pero basta de introducciones. Vayamos al grano. ¿De qué va El síndrome Katrina? Si te decides a leerlo te vas a encontrar con una reflexión personal sobre el problema de la desigualdad que se agiganta día a día en occidente y muy específicamente en España. Un problema que pese a todo nos pasa desapercibido. ¿Por qué?.

En este mismo blog he reflexionado con frecuencia a partir de los datos que se van publicando, especialmente los de Eurostat, y que vienen a demostrar que España es ya el país más desigual de la Unión Europea (de los 27 países). Algo que debería preocuparnos. Sin embargo, en términos generales, no es así.

¿Qué nos impide hacerlo? ¿Qué nos impide ver el problema de la desigualdad? Mi tesis es que
sufrimos un síndrome al que le he puesto por nombre Katrina. Es un síndrome que recuerda al de Estocolmo, es decir, estamos secuestrados, aunque sea metafóricamente, y acabamos asumiendo como propios los intereses y valores de nuestros captores.

¿Cómo es posible que esto sea así? Porque como siempre los poderosos están utilizando las clásicas herramientas del ejercicio del verdadero poder: la coacción y la seducción. Creando miedo y divulgando de forma algo más que reiterada determinadas frases y metáforas con las que interpretamos la realidad que nos rodea. Un mensaje, una narrativa que acabamos haciendo nuestra sin reparar demasiado en ello.

Por eso en estos tiempos Robin Hood sería considerado un canalla y no un héroe. Acabaría en la cárcel por sedicioso, por contravernir las normas. El problema no es que eso sea así, siempre ha sido así, el problema es que probablemente la mayoría de la población, tal vez nosotros mismos, simpatizaríamos con los que lo encierrran y no con los que le dan cobertura.

Muchos ciudadanos estamos siendo arrojados, de una forma o de otra, a un nuevo bosque de Sherwood. Por eso la dedicatoria del libro coincide con el título de esta entrada de blog.
Estas y muchas otras reflexiones te esperan en las páginas del libro que ahora te propongo leer.

Si quieres comprar El síndrome Katrina lo puedes hacer, de momento, por dos cauces:

  • En la tienda de la página web del Colegio de Trabajadores Sociales de Aragón que es quien ha asumido la aventura de su edición. Puedes encontrarlo aquí
  • O en tu librería habitual, donde lo más probable es que lo tengas que encargar. Deberás decirle a tu librero que la distribuidora del libro es Ícaro (web aquí), que lo enviará a tu librería sobre pedido en firme.
Puedes hacer tus comentarios sobre el libro, colgar fotos, etc en la página de Facebook que se ha abierto para este fin aquí.


Resumen del Índice:

  • Introducción
    • Miedo, relatos y pérdida de valores.
    • Nueva Orleans, 29 de agosto de 2005.
    • Katrina, algo más que un huracán.
  •  La desigualdad, un problema invisible.
    • Una cuerda tiene dos cabos.
    • La desigualdad en España.
    • Datos de la desigualdad en ingresos.
    • La fiscalidad como factor de desigualdad.
    • El subdesarrollo social factor de desigualdad
    • La ruptura del pacto social.
  • El precio de la desigualdad.
    •  La desigualdad provoca pérdida de confianza.
    • La desigualadad pone en peligro el sistema democrático.
    • La desigualdad disminuye la eficiencia de la economía.
  • Por qué no sentimos la desigualdad como un problema.
    • El proceso de banalización de la desigualdad.
    • Las falsedades del neodarwinismo.
    • Lo obvio puede ser cierto y lo cierto puede no ser obvio.
    • El sentimiento de injusticia y la naturaleza humana
    • Empáticos por naturaleza
    • El bloqueo de la empatía.
    • Cómo se manipula la toma de postura
  •  Poder, miedo y discurso.
    • El miedo la banda sonora que nos condiciona.
    • El síndrome Katrina. Una variante del síndrome de Estocolmo.
    • El miedo y el poder. Estructuras narrativas.
  •  El poder de la narración.
    • Robin Hood es un canalla.
    • Poder y comunicación.
    • Las metáforas configura nuestra forma de concebir la realidad.
    • La igualdad concebida como el resultado de una carrera.
  • Doce frases sin piedad en forma de relato
    • Nuevos héroes.
    • Nuevos villanos.
    • Nuevo argumento.
    • Moraleja: No hay alternativa.
  • Conclusiones proactivas.
    • Recuperar la razón ilustrada.
    • Hablar desde los propios valores.
    • Frases para un futuro con igualdad.
    • Volver a resituar héroes y villanos
    • Recuperar los argumentos.
  • Reflexión final

Comentarios

  1. Gracias Joaquín, por el esfuerzo y la generosidad de escribir. Acabo de recibir el libro en casa, tiene una pinta estupenda. Estoy seguro que será un libro que nos iluminará en esta larga travesía por el bosque de Sherwood en la que se ha convertido nuestra pelea por el Estado de Bienestar. Lo pongo en mis lecturas urgentes y preferentes. Enhorabuena.

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    1. Gracias Pedro. Estoy deseando escuchar tu valoración y tu crítica.

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  2. enhorabuena parece realmente interesante, tengo ganas de leerlo :)

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