La democracia del conocimiento. Daniel Innerarity

Imagen del autor.
La democracia del conocimiento es un título atrayente. Contiene múltiples evocaciones. Daniel Innerarity ha conseguido que el contenido de su libro no defraude con respecto al título. La lectura genera inquietud, deseo de pensar y saber más. Sorprende. Rompe esquemas. Sugiere. Camina por rutas inesperadas. Pone patas arriba algunos de tus a priori. ¿Qué más se puede pedir?

Antes de entrar algo más en el libro prefiero poner a tu disposición algunos enlaces que pueden completar la información de la entrada:
  • Páginas web con datos personales.
  •  Otros recursos
Los caminos que te conducen a escoger una lectura son, a menudo, curiosos. Recientemente hice un curso de formación sobre redes sociales y web social que me sorprendió enormemente. El profesor, Mikel Rodríguez , puso sobre la mesa muchos elementos que me resultaron novedosos. Propuso una ingente cantidad de herramientas técnicas que están a nuestra disposición en internet y planteó una serie de  ideas sobre el conocimiento y la cultura que me resultaron interesantes. En parte lo hicieron porque me resultaban nuevas y en parte porque coincidían con reflexiones incompletas sobre asuntos a los que les llevaba dando vueltas un tiempo. Pero quizá lo más relevante fueron dos ideas:

Una primera que la web social nos está facilitando un cambio cultural muy significativo. Nos está ayudando a cooperar y colaborar. A construir conocimiento, redes, contactos antes imposibles y ahora al alcance de la mano, desde una nueva forma de funcionar: Colaboración, cooperación. Una intuición que viene a coincidir con otra ya analizada en la entrada dedicada a Comunicación y poder de Manuel Castells. Una segunda que los técnicos y muchos trabajadores somos en realidad trabajadores del conocimiento.

Por otro lado Daniel Innerarity me resultaba un pensador interesante a través de la lectura de algunos artículos de prensa y de fragmentos de libros leídos un tanto apresuradamente. Al ver la portada del libro en el mostrador de la librería estas piezas encajaron. Sirva esta narración sobre cómo acabó interesándome este libro para advertir que ha sido un encuentro por un lado casual, como casi siempre, y por otro lado esperado o trabajado con anterioridad. Al leerlo, lo he leído desde esta perspectiva y esta experiencia de encuentro ha hecho que me interesara mucho la lectura y que me haya parecido especialmente significativo.

Portada del libro
Advertido este extremo señalar que el libro me ha parecido muy bueno. Está repleto de ideas sugerentes. Suelo subrayar y aprovechar los márgenes para hacer anotaciones. Pues bien, en esta ocasión y en determinados capítulos me han faltado márgenes y me ha resultado difícil decidir qué era lo más significativo para subrayarlo. Hay páginas en las que las frases significativas se suceden a una velocidad impresionante.

Desde una perspectiva puramente formal hay que indicar que el libro tiene 256 páginas, está editado por Paidós en la colección Estado y sociedad. Su tamaño es muy manejable y permite una lectura agradable. La experiencia de la lectura es exigente, se debe mantener la atención, pero esta no es una tarea que resulte  demasiado difícil. Obliga a pensar. El tema debe interesar para entrar con el debido ánimo a la lectura.

En alguna entrada posterior señalaré algunos contenidos que me parecen especialmente relevantes desde la perspectiva de la política social. De momento dejo dos citas, una del principio del libro y otra del final que me parecen especialmente sugerentes:

"Una sociedad del conocimiento y la innovación desplaza los anteriores ideales de formación -ser perfectos, estar bien informados, o ser críticos - hacia una nueva competencia que solemos llamar creatividad, y que podría entenderse como la capacidad de modificar nuestras expectativas cuando la realidad las desmiente en lugar de insistir en decirle a la realidad lo que ésta debería ser."(pags. 13 y14)
"Hoy nos encontramos precisamente ante un agotamiento de la jerarquía como principio ordenador de las sociedades. Los sistemas más complejos no pueden ser gobernados desde el vértice jerárquico, lo que supondría una simplificación que no se corresponde con la riqueza, la iniciativa y la pericia de sus elementos. El manejo de la elevada complejidad plantea numerosos problemas que vencen a cualquier estrategia jerarquizadora: quien debe decidir desconoce la dinámica temporal de los sistemas complejos...(...) Un mundo reticular exige una gobernanza relacional (...) La nueva gobernanta apunta a una forma de coordinación entre los agentes políticos y sociales caracterizada por la regulación, la cooperación y la horizontalidad" (paga 252-253)

Por si te interesa dejo un video de cuatro minutos en los que el autor reflexiona sobre el futuro, la política, la cooperación...:












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