Hay que hacer los deberes

Llegó septiembre.. A lo largo de las últimas semanas, conforme determinados almacenes comenzaban su campaña  sobre la vuelta al "cole", se nos ha reactivado una de esas frasecitas que tanto me sacan de mis casillas: "Hay que hacer los deberes".

Esta es la frase que oímos a nuestros gobernantes cuando encaran la "ingrata" tarea de robarnos la cartera y los donuts. En este caso cartera y donuts son algo más que una metáfora porque nos han "afanao" la cartera a través del iva y los donuts en forma de retirada de apoyo a los comedores escolares. Curiosos deberes estos que consisten en robar a los pobres para dárselo a los ricos.

Pero esta frase tiene mucho más. La expresión apela a un marco conceptual en el que nos imaginamos en el rol de padre/madre. Si somos buenos padres y madres sabemos que lo que conviene a nuestro hij@, por su bien, aunque resulte costoso y no le guste, es hacer los deberes y hacerlos bien, como un niñ@ aplicado. De esta forma se forja un futuro mejor.

Una vez en ese marco conceptual esta frase funciona como un relato. Hay un maestro que dicta lo que hay que hacer, lo bueno y lo malo, lo que está bien y lo que está mal. Y ya en el medio escolar hay alumnos aplicados y otros no tanto. Unos aprueban y otros suspenden. Y en este marco el que suspende es que "no ha hecho los deberes" Hay dos consecuencias de esta relato.

En el ámbito macro cualquier política que contradiga lo que nos dictan los maestros, en este caso los mercados, el BCE, el FMI, es no hacer los deberes. Vamos a suspender. No hay más que una alternativa, no hay otra política posible. Los recortes son imperativos, no una opción política. En este sentido la frase nos aleja de cualquier reflexión en torno a la adecuación de esas medidas para alcanzar los objetivos, ni el debate sobre los objetivos en sí mismos. (por ejemplo: cual debería ser nuestro objetivo: luchar contra la inflación o luchar contra el desempleo) Vale. Son los deberes y basta. Pero ¿Quienes son ellos para hacer de maestros? Oiga que ya no somos niños, ni vamos a la escuela. De hecho somos ciudadanos y nuestro deber cívico es marcar lo que hay que hacer y no cumplir órdenes.

En el ámbito micro, cualquiera al que le va mal, que está en paro, que se ha visto en un deshaucio, etc, está así porque no ha hecho los deberes. Si los hubiera hecho no estaría así. Si no se hubiera endeudado, si no hubiera venido a España, si hubiera buscado una mejor formación profesional, si se hubiera ido al extranjero ...

La realidad, tal y como la veo yo, es otra. Yo sólo conozco a mucha gente que cada día hace sus deberes, y son deberes muy, muy duros. La realidad diaria nos deja exhaustos.

Los trabajadores de este país van todos los días a sus puestos de trabajo, la mayoría cumplen bien, mejor que bien, trabajan muchas horas, a veces con ritmos extenuantes y lo hacen por salarios muy, muy bajos. Y pagan sus deudas religiosamente hasta que ya no pueden más.

Salen a hacer sus deberes para sacar adelante a sus familias, las empresas en las que trabajan, los proyectos en los que creen.

Y, además, crían a sus hijos, a los que quieren con locura, a los que apoyan más que ninguna otra sociedad del mundo, en lo que les haga falta, aún cuando seas ya muy mayor y tengas una pensión bajita. La mayor parte de la gente, si ha podido, ahorra lo que puede para dejárselo a sus hijos.

Y, además, algunas de esas personas. Muchas en realidad, aunque no sean la mayoría, encuentran hueco para participar socialmente en todo tipo de organizaciones, más o menos formales, por los servicios sociales, por la cultura, por su pueblo y su barrio, por sus compañer@s de trabajo, por sus ideas; en suma por una sociedad mejor.

El 15 de septiembre los que hacemos todos los días nuestros deberes tenemos un nuevo deber que cumplir: ir a Madrid a manifestar nuestra monumental oposición a los recortes en nombre de los deberes. El Gobierno tiene una alternativa. No es verdad que no la tenga. Puede cumplir sus deberes con los privilegiados (que no son sus deberes como Gobierno) o puede cumplir con sus verdaderos deberes y gobernar para el pueblo en el que reside la soberanía y el origen de su poder. Por eso, porque los deberes que están cumpliendo no son los que les hemos mandado, deben convocar un referendum para que podamos decidir si eso que están haciendo es lo que queremos que hagan.

Para eso vamos a Madrid. En este marco la Marea Naranja participará desde la sede del Ministerio en el Paseo del Prado a las 10,30. No lo dudes, contacta con los organizadores y ven a hacer tus deberes.


Comentarios

  1. Tengo mi mochila y mi uniforme NARANJA planchado y aunque soy de provincias, el próximo sábado toca hacer deberes en la capital del Reino. Vamos, voy.

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