Más reflexiones sobre la Reforma de la Administración Local (2) El principio de subsidiariedad. Un ejemplo.

Hace ya casi un año tuve la suerte de hablar con la Directora de un Centro de Servicios Sociales de mi tierra. El centro está en una comarca que se caracteriza porque es muy extensa, muy despoblada, muy dispersa y muy envejecida. ¿Os suena? Sí, exactamente como la mayor parte del territorio de la España interior con más o menos diferencias.

Me estuvo comentando lo que hacían desde los servicios sociales comarcales (en Aragón la comarca es una nueva forma de Administración Local) y me llamó mucho la atención una iniciativa que quiero comentaros.

En muchos municipios de su comarca quedan ya muy pocos habitantes, en ocasiones sólo dos o tres. Mayores pero válidos. Quieren seguir viviendo donde siempre lo han hecho. Ni necesitan ni contemplan la posibilidad de salir de su casa. La trabajadora social los visita con cierta frecuencia, en función de las permanencias que debe realizar, disponen de teleasistencia y la ayuda a domiclio si lo necesitan. ¿Ya está todo hecho por parte de los Servicios Sociales? Si los servicios los organiza una Comunidad Autónoma probablemente sí.

Este centro comarcal, con una elevada solvencia en la gestión, creyó que no, entendió que con esa intervención no bastaba, que una de las necesidades claves que debe atender el Sistema de Servicios Sociales es el de la integracion social, en su sentido más amplio, el de la convivencia, igualmente en su sentido más amplio. y que se podían hacer otras cosas, con poco presupuesto, que mejoraran la calidad de vida de estas personas y, por añadidura, del conjunto de la comarca, dentro del objeto de atención del Sistema. 

Crearon un servicio nuevo. Han puesto a disposición de las personas de estos municipios tan despoblados un servicio de taxi que, con un pequeño copago y un precio muy reducido (tanto para los usuarios como para la Administración), lleva semanalmente a los mayores que lo desean a la localidad cercana más grande. Allí pueden ir al médico, hacer la compra, tomar un café con los amigos y amigas, darse un paseo, ir a la biblioteca u otros servicios públicos o privados (ir a la peluquería, por ejemplo). Lo que quieran hacer con su tiempo. La iniciativa es muy económica, crea comunidad, mejora la calidad de vida, previene dependencias, aborda la soledad, respeta la decisión de las personas, consolida el puesto de trabajo del taxista aumentando sus ingresos y consolidando un servicio que necesitan también el resto de ciudadanos. En fín, construyen comunidad lo que proporciona un sinfín de beneficios.

Si se aplica la nueva normativa y las Administraciones Locales dejan de tener competencias en prestaciones de Servicios Sociales esta Administración debería dejar de hacer estas funciones, debería dejar de planificar soluciones a los problemas que se perciben desde la proximidad. Sencillamente no serán competentes. Según los que han hecho la Ley este tipo de iniciativas corresponderá a las Comunidades Autónomas.¿Es lógico?Yo creo que no.

Los problemas sociales se perciben de forma distinta en función de la proximidad al problema. Es muy difícil que un problema tan concreto como el que acabo de exponer sea percibido como tal desde una Comunidad Autónoma. Cuanto más lejos más difícil de verlo. En el caso de que el problema se vea resultará, en un análisis general, tan pequeño, tan insignificante, tan poquita cosa, que se optará por priorizar el arreglo de otros problemas más generales, que afecten a más personas. Este tipo de problemas tiene poco peso estratégico para el Sistema visto desde la perspectiva de la capital de la Comunidad, incluso en muchas ocasiones desde la capital de provincia. Además entiendo que lo que les deberíamos demandar a los servicios autonómicos es que se ocuparan con el mayor éxito posible de esos problemas que afectan al conjunto de la Comunidad.

En este tipo de materia ser más grande no supone, en absoluto, que se tenga mejor logística para atender todos los problemas. Es un error confundir grande con capaz. Hay cosas que hacen mejor los pequeños. Es así también en el marco del mercado, del comercio, de la industria. No tiene porqué no serlo en el de los servicios públicos. En general las organizaciones grandes lidian muy mal con los problemas pequeños, no están preparadas para entenderlos, para encajarlos y para solucionarlos. La proximidad, en este caso, proporciona no sólo la capacidad de percibir el problema sino también la capacidad logística apropiada para resolverlo.

Por eso es recomendable abordar los problemas desde el principio de subsidiariedad. Que se aborde en las administraciones más próximas, desde su análisis de la realidad y su capacidad logística lo que puedan abordar y sólo intervenga la Administración más lejana para problemas que afectan a un ámbito geográfico más amplio y general, en el que la logística de la solución del problema requiere de una determinada masa crítica (sea económica, organizacional, territorial...) Y esto no debe ser así por un principio de organización, sino por entender que, en realidad, desde cada ámbito se tiene una capacidad distinta, especializada, para atender los problemas que surgen. Por eso es imprescindible avanzar hacia una estructura de Administración multinivel. Porque cada uno tiene una capacidad logística adaptada a la solución de problemas de calado diferente, problemas que no se resolverían de otra manera, que ni se abordarían.

Mantengo la pregunta final de la primera entrada. Siendo esto así, que no se solucionan mejor los problemas de la ciudadanía ¿Qué es lo que querían hacer?

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