Necesito buscar motivos para la esperanza

Me dicen los amigos y amigas que soy de natural optimista. Incluso a veces demasiado. Puede que tengan razón, ¡Qué le voy a hacer! Parafraseando a Jeanette: soy optimista porque el mundo me ha hecho así (la música se la pones tu)

Supongo que si a estas alturas sigues leyendo esta entrada te estarás preguntando que a qué viene esta confesión personal. Pues porque con la que está cayendo (horrenda frase que se repite continuamente pero que no puedo evitar utilizar de vez en cuando): Eliminación del plan concertado, destrozo sin nombre a la dependencia, Tsunami sin paragón en la Administración Local, etc, etc, etc (pongo muchos etc porque muchos son los motivos de quebranto) creo que es importante buscar las oportunidades. Podréis decir que el que no se consuela es porque no quiere, tal vez sea verdad.

En medio de este absoluto caos organizativo y, lo reconozco, emocional, hay motivos para la esperanza. Creo que hay muchas personas dispuestas a no cejar, a seguir empeñadas en el proyecto que nos ha movido durante tantos y tantos años. Hay muchas gentes que están trabajando como nunca en muchos espacios de todo tipo: Los Colegios profesionales de trabajadores sociales y educadores sociales, las asociaciones en defensa de la Ley de Dependencia, las mareas naranjas, la asociación de Directoras y Gerentes, partidos, sindicatos, organizaciones, las personas individuales.... Hay ganas de cambio, de que esta pesadilla pase pronto, Y eso es bueno.

El libro El Cuarto Pilar, me está ofreciendo muchas alegrías y satisfacciones, de hecho me está poniendo en contacto con muchas personas que siguen su camino, comprometidas, ajenas al desánimo. Hace unos días la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo me invitaba, en el marco de una mesa redonda más amplia, a explicar a l@s alumn@s de grado las formas de acceso a la Función Pública. Ví caras que denotaban un poquito de miedo por la situación, pero ante todo una gran ilusión y esperanza. Me dió la sensación de que ahí hay futuro y que lo que hoy estamos pasando conformará vitalmente los proyectos del futuro. Todo lo que está sucediendo se metabolizará y cuajará en algo que ahora no vemos, pero que vendrá. Este desastre individualista y descarnado será combatido y vencido. No tengo ninguna duda.

Ayer me escribía una compañera, Inés, y lo hacía porque estaba trabajando su tesis doctoral en trabajo social en una Universidad británica. Puede parecer una tontería, pero para los que comenzamos nuestros estudios de Diplomatura de Trabajo Social en las aulas de una Universidad Laboral, (a nosotr@s nos parece que no hace tanto) este hecho es un auténtico hito para la profesión. En su escrito se notaban las ganas, la ilusión, la voluntad de ir adelante contra todo y con un tema apasionante (derechos humanos y justicia social) Una de nuestras preocupaciones profesionales históricas que inmediatamente me puso en contacto con una de las lecturas en la que estoy ahora  De la caridad a la ciencia. de Miguel Miranda, un libro en el que se rastrea nuestro origen profesional  y nos redescubre impresionantes figuras hoy demasiado olvidadas, pero que no cejaron en su empeño de cambio social. Pasado, presente y futuro, todo junto. Por eso he pensado en esta entrada. Todo está conectado. Ha habido otros momentos muy duros en nuestra historia tanto hispánica como profesional. En general, con muchas dificultades, hemos conseguido avanzar como sociedad y como personas, pero eso esta deriva actual es tan antinatural y por eso pasará.

De cualquier manera para mantener estas afirmaciones tan "optimistas" tengo que echar mano de la lírica, ya lo he confesado en otras entradas. Os señalo dos textos que están en la base de esta actitud.
 
El primero de mi nunca olvidado Labordeta. En la archifamosa "Canto a la libertad" hay una estrofa que creo que debemos volver a cantar con fuerza:

"También será posible
que esa hermosa mañana
ni tu, ni yo, ni el otro
la lleguemos a ver
pero habrás que forzarla 
para que pueda ser"

Y por último, la última frase de la proclama quijoteril que escribió hace ya unos años la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales.

"Bien podrán los encantadores quitarnos la ventura, pero el esfuerzo y el ánimo, jamás"


Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo Joaquín con tu reflexión, muy necesaria y oportuna. Nuestro campo de trabajo nunca ha sido fácil y elegimos esta profesión sabiendo que íbamos a tratar con problemas humanos/sociales. LAS Mary Richmond, Jane Adams, Octavias Hils... -lo digo en plural porque creo que hubo muchísimas anónimas- nos marcaron un camino de lucha y coherencia personal/social. Aquellos tiempos no fueron fáciles y tampoco son los actuales.
    Yo apuntaría, para concretar tu propuesta, la necesidad de valorar lo que tenemos y vamos alcanzando, que no es poco. Asociaciones/ colectivos, profesionales/ciudadanas-os, asambleas de barrio (la de mi barrio es genial!), grupos de consumo, recuperación de la memoria, reivindicación de los espacios comunes, lo comunitario (recuperado y compartido), carta de derechos sociales, renta básica de los iguales, democracia real, participación, juntas de distrito al servicio de los barrios, , cine-clubs de encuentro...
    y mañana el 23F como expresión de la voluntad de ir confluyendo, de sentirnos unidos en un proyecto común...haciendo camino y andando y viendo, con buen ánimo ¡siempre adelante!

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    1. Ni pierdas el optimismi Joaquin "algo se mueve en lo social" y la direccion de nuestra profesion depende en gran medida de nosotros mismos.

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  2. Totalmente deacuerdo,el movimiento en lo social depende de nosotros mismos,de lo que hacemos en el dia a dia,todos los Richmonds que luchan,a diario,con los escasos recursos de los que disponen,de orientar,asesorar a aquellos que en situacion de necesidad vamos perdiendo nuestra dignidad,poco a poco,sin darnos cuenta...pensando que tal hemos llegado a ser vagos ...esos maleantes de antaño...a aquellos que al margen de los juegos de poder,politicos,economico...luchan contra viento y marea por defender aquello que es nuestro,por ser ciudadano..por ser un derecho.....a mi,personalmente son estos compañeros,que no se dejan llevar por la facil...por el juego impuesto...y llegan agotados a sus casas..y en los periodos de descanso se manifiestan,proponen ideas...esos...son los que me dan ESPERANZAS Y GANAS de seguir luchando..ESOS GRANDES ANONIMOS que ESTEN LOS QUE ESTEN....siguen y seguiran luchando por la verdadera JUSTICIA SOCIAL .

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