La generación más preparada de nuestra historia

Vivimos peligrosamente inmersos en un tiempo de olvido. La desmemoria es casi siempre interesada. A veces nos interesa creer que el pasado no existió, a veces lo reinventamos, a menudo lo ninguneamos. El pasado es esgrimido para glorificar lo existente o para denostar la tradición en función del rol que cada uno quiera ocupar. Me preocupa mucho que los que vivimos el pasado reciente no seamos capaces de situar los acontecimientos en el marco de nuestro propio devenir y me preocupa todavía más el descrédito de lo no vivido por parte de los que acaban de llegar y desconocen, a menudo interesadamente, las circunstancias en que vivieron los que los precedieron. Desconocer el pasado, olvidarlo, manipularlo, ningunearlo... Me dan envidia esos pueblos que son capaces de seguir manteniendo como propias largas tradiciones democráticas sin que nadie ose poner en cuestión la grandeza de los inicios por mucho que se cuestionen los errores y las miserias de los que participaron en esos h...