Las fronteras de la justicia de Martha Nussbaum

Suelo visitar mi librería con la conciencia del que sabe que le apetecería llevarse casi todo lo que ve, pero no tiene más remedio que elegir, lo mejor posible, lo que más le puede gustar.

Digamos que recorro las mesas y anaqueles a ver lo que me dicen las tapas, títulos, y recomendaciones de mis libreros. El problema suele ser que me dicen demasiadas cosas. A menudo no consigo evadirme de la tentación y cojo un libro aún sabiendo que me va a costar lo suyo leerlo y que, por lo tanto, quedará relegado en la cola de lectura. Sin embargo el título y el índice me atraen tanto... que inevitablemente me lo llevo a casa.

Eso es lo que me sucedió con Las fronteras de la justicia. Consideraciones sobre la exclusión (si pulsas sobre el enlace vas a google books) de Martha Nussbaum (wikipedia aquí) Me lo llevé, lo dejé en la estantería y no me decidí a leerlo hasta que el encargo de una conferencia sobre servicios sociales y discapacidad me impulsó a profundizar en la relación que se podía establecer entre la discapacidad y la justicia social.

El libro es un ensayo filosófico, decantado del lado de la filosofía política, denso aunque bastante legible teniendo en cuenta el género en que se encuadra, 447 páginas, con letra mediana tirando a pequeña y edición cuidada a cargo de la editorial Paidós (ficha del libro en la editorial aquí)

Esta entrada quiere ser una reseña de un libro y, posiblemente, algo más o, al menos, algo distinto. Lo que más me ha interesado del libro de Nussbaum es que creo que aporta una clave fundamental para encontrar el encaje del Sistema de Servicios Sociales en el marco general de la consecución de una sociedad más justa.

A menudo los ámbitos de atención que caen en el marco de los servicios sociales se conceptualizan desde la metáfora de la solidaridad. Aunque yo vengo manteniendo en mis escritos y charlas otra cosa, lo cierto es que la atención a la discapacidad, la exclusión social, la pobreza, las situaciones de violencia familiar, etc, etc, por más que las encajemos en el ámbito de un sistema del Bienestar Social, universal y público, se siguen considerando, incluso por sus protagonistas, como un espacio para la solidaridad, no para la Justicia Social.

Martha Nussbaum pretende en su libro complementar el concepto de Justicia Social que John Rawls  (wikipedia aquí) estableció en sus escritos, especialmente en Teoria de la Justicia. Simplificando mucho la cosa, de acuerdo con la narrativa establecida por Rawls, podemos considerar que una sociedad es justa si estamos dispuestos a vivir en ella sin saber previamente cual va a ser el rol social que nos va a tocar ocupar.

Nussbaum hace un análisis de las teorías del contrato social que se han realizado a lo largo de la historia, para centrarse especialmente en la propuesta de Rawls. Pese a defender la solidez de la propuesta de este autor, encuentra algunas lagunas no resueltas y propone, en la estela del nobel de economía Amartya Sen (wikipedia histori (aquí), que no puede existir una sociedad justa que no contemple que todas las personas tienen derecho a alcanzar una cobertura mínima de una serie de capacidades previamente establecidas, con independencia de sus circunstancias personales o de la capacidad que estas tengan de contribuir al esfuerzo común de la sociedad.

Las teorías tradicionales del contrato social, incluída la de Rawls, se conceptualizan desde el punto de partida de que el contrato lo realizan personas libres, iguales e independientes y es en este último factor donde muchas personas quedan fuera del contrato, lo que tiene consecuencias evidentes en las formas de organización social.

El contrato social tradicional establece como eje central de la justicia la redistribución económica entre las diferentes posiciones sociales. La corrección que propone Nussbaum contempla, en una interpretación personal, que ese contrato social debería ser hecho desde la suposición no sólo de que no vamos a conocer cual va a ser nuestra posición social, sino cual va a ser nuestra propia situación personal, sin saber si vamos a padecer una enfermedad mental, una discapacidad, una situación de extrema pobreza o ignorancia; si vamos a tener un accidente o a contraer una enfermedad incapacitante a lo largo de nuestra vida.

El ser humano no gira exclusivamente en torno a su dimensión económica, su felicidad depende de muchos otros factores, su bienestar también. La propuesta de Nussbaum y las realizadas por Sen y otros intelectuales, especialmente economistas, para buscar medidores del progreso de las sociedades fuera del ámbito exclusivo del PIB, deben ser incorporadas en la forma de entender la organización del Estado de Bienestar y sus porqués. La propuesta de Nussbaum me parece tremendamente inspiradora para fundamentar filosófica y políticamente las actuaciones del Sistema de Servicios Sociales e incluso buena parte de la actuación de las profesiones de ayuda como es el Trabajo Social.

Pese a la dificultad de la lectura os recomiendo que le echéis un ojo o, al menos, que tengáis en cuenta esta perspectiva.

Martha Nussbaum recibió el premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2012. Os dejo con un video de 5 minutos que recoge su discurso en el acto de aceptación del premio y en el que resumen, brevemente, el centro teórico de sus teorías.

Comentarios

  1. Joaquín, la pregunta alrededor de la cuál giran todas mis reflexiones es: ¿Cómo es posible tener en cuenta esta perspectiva cuando la intervención se realiza desde instituciones cuyo objetivo central es asegurar el control social?

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  2. Es una gran pensadora y sus ideas poco a poco se hacen hueco en espacios cada vez más amplios.
    Un saludo

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